miércoles, 12 de agosto de 2009

"Pobre mi Viejo, él no entiende..."


Pobre Viejo, es de 1932 y entonces no entiende.

El sostiene que el pan no le sale menos de cinco pesos, cuando el Gobierno aclaró que vale dos con cincuenta.

¿Habrá comprado dos kilos y no se dio cuenta?

Tampoco entiende si el salario mínimo y "vital" pasa a ser $ 1.500,

¿por qué él cobra algo más de la mitad?

Pienso que como es de 1932 no se da cuenta de que la vida de un jubilado es media-media,

¿para qué quiere más?

Al mirar la tele se compadece de otros ancianos a los que prohíben salir de sus países con regímenes totalitarios, sin darse cuenta de que gracias a nuestra Constitución nacional él puede con sus algo más de $ 700 de jubilación entrar y salir del país cuantas veces quiera, sin pedirle permiso a nadie. P

ero es de 1932 y no entiende, pobre y querido Viejo.

Protesta por las colas en los bancos, con todas sus enfermedades y la escarcha de la mañana, mezclado con maestros, beneficiarios de planes sociales; sin darse cuenta de que el Gobierno quiere que socialice para que así se mantenga activo.

O si no, tiene la chance de ponerse al día con la tecnología manejando unos robots, cuadrados, que escupen plata por la boca, si uno escribe las palabras y números adecuados.

Podrían mandarle un cheque todos los meses y él cobrarlo, endosarlo o depositarlo "en donde quisiera", pero eso lo haría más sedentario, se levantaría más tarde, le aumentaría el colesterol, etc., etc.

Todo está pensado en favor de mi Viejito, pero como es de 1932, no entiende.

¿O los que no entienden son otros que no te quieren como yo te quiero, Pa?

Miguel Angel Reguera

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