29/06/13 – Clarin
Mi carta tiene la intención de preguntar por qué el PAMI provee de pañales a sus afiliados de tan baja calidad. Soy el apoderado de la hermana de mi esposa, que convive con nosotros, de 89 años de edad, y padece el mal de Parkinson, con incontinencia urinaria irreversible, por lo cual se le provee 80 pañales por mes, que da un promedio de dos y medio por día.
Este número de pañales no cubre las necesidades de la paciente que requiere, por su estado, cambiarse de 5 a 6 veces diarias a razón de 2 pañales cada vez, debido a la baja calidad de los mismos.
Por tal motivo nos vemos obligados a adquirir en pañaleras de 4 a 6 paquetes de pañales de 20 unidades cada uno a un costo de $ 50 a $ 60, según la marca de los mismos, para cubrir las necesidades del mes o en su defecto ingeniarnos y fabricar pañales con papel de diarios que resultan más absorbentes que los provistos por PAMI.
Le sugeriría al señor Luciano Di Césare, conductor del PAMI, que realice una investigación interna para saber (voy a emplear una palabra que utilizan los periodistas en estos tiempos) donde esta el “manoteo” que le hacen a los jubilados entre la oficina de compras del PAMI y la firma comercial proveedora de los mismos.
Contando con la buena predisposición del PAMI para solucionar este problema que afecta a muchos jubilados, espero una rápida solución al mismo.
Finalmente, le comento que quien suscribe la presente, de 89 años, conjuntamente con su señora esposa, Carmen, de 85, atienden las 24 horas del día a la paciente antes mencionada.
Jorge Miguel Zeolla jmzeolla@yahoo.com.ar Voces, reclamos y esperas de jubilados
Se cumplen 20 años de mi triunfal litigio contra el Estado, años que no merecen festejos sino lamentaciones: ya soy viejo y a mis 83 años realmente así lo siento. No caben congratulaciones por el aniversario, sino pésames. Hace 20 años creí que tres meses después de la victoria judicial disfrutaría de una feliz “vejentud”. Por el contrario, transcurridos los noventa días otorgados el 21 de junio de 1993, por sentencia Nº 38.926 de la Cámara Federal de la Seguridad Social, para que la ANSeS reajustara mi haber jubilatorio, siguieron 7.210 días que transcurren monótonamente sin que se acate la orden procesal y mucho me temo, como sucede con tantos otros casos, que este melodrama argentino concluirá sin el “happy end”, extranjerismo plagiado de la máxima twitera.
Ricardo Forgione rpm@forgione.com.ar ¿Sabía usted que quienes pagan la jubilación de amas de casa, subsidio por hijo, computadoras y otras cosas más, somos nosotros, todos los trabajadores del país? Es que desde 1955, comenzaron a usar los fondos privados de los trabajadores, canjeándolos por papeles que ni para eso sirven. A pesar de que la ley prohíbe usar fondos privados para canjearlos por bonos, todos los gobiernos los han utilizado como propios.
Varias décadas que hemos perdido, no sólo el tiempo sino los dineros nuestros. ¿O son impuestos? Si no son de los jubilados, son del Estado. ¡Entonces son impuestos al trabajo! Ya a los jubilados nos han robado. ¿Algún día dejarán de hacerlo?
Es por nuestros hijos y nietos … ¿O no los queremos? Somos siete millones de jubilados y seguimos votando a los mismos que nos robaron. Ningún político dice que terminará con ese saqueo. Si alguno lo promete, los votamos todos y todas.
Nosotros ya perdimos, pero les dejaremos más de 200 mil millones de dólares de deuda, salvemos entonces a los futuros jubilados. Despertemos de una vez.
Marisa C. de la Plaza marisacarmendelaplaza@yahoo.com.ar La semana pasada, el señor Marcelo Fuentes, senador por el FPV, dijo textualmente: “Se hace necesaria una reforma de la Constitución y no sólo por este tema (el fallo en contra del oficialismo sobre la reforma judicial) hay un debate necesario que se ha bastardeado, limitado y condicionado”. Señor senador, usted es muy frágil de memoria, ¿acaso nuestra Presidenta -porque, nos guste o no, es la Presidenta de todos- no nos bastardeó, limitó y condicionó a todos los jubilados cuando vetó el 82% móvil aprobado por el Congreso? Memoria “compañero” Marcelo, memoria.
Juan José Bonomo juanjosebonomo@hotmail.com La Suprema Corte de Justicia ha interpelado en varias oportunidades al director ejecutivo de la ANSeS, acerca de la utilización del Fondo de Garantía de Sustentabilidad del sistema previsional, para afectarlo a conceptos muy alejados de la causa que originó su constitución.
Hasta la fecha, a pesar del largo tiempo transcurrido, el Alto Tribunal no se ha expedido sobre el particular. Mientras tanto, los jubilados sufren el deterioro constante de sus haberes, en razón de la alta inflación que exhibe la coyuntura económica y al mismo tiempo ven cómo sus fondos son colocados en el Tesoro Nacional en letras que siempre se renuevan, a tasas muy inferiores a la desvalorización monetaria y utilizados para cuanto beneficio otorga con su generosa política para con sus acólitos el Gobierno nacional.
Habida cuenta de los fallos que ese mismo Tribunal ha dictado a favor del ajuste de los haberes jubilatorios, como en el caso Badaro, los jubilados siguen esperando una resolución al respecto, en tanto su tiempo de vida se agota y ya se les hace tarde para recibir lo que por ley les corresponde. Y todos sabemos que la Justicia tardía no es Justicia.
Víctor La Pietra lapietrav-@hotmail.com En marzo fui a la sucursal del Banco Santander de Av. Santa Fe al 900 por un trámite de rutina. Una empleada muy amable cerró mi caja de ahorro pues dijo me convenía abrir una Premium con dos tarjetas anexas. Llevé recibo de sueldo de $ 15.000 brutos, resúmenes de tarjetas de otros bancos con gastos de $ 9.000 en un mes y en un solo pago, tengo un auto valuado en mas de 150.000 pesos y 47 años de aportes al sistema. Todo estaría listo en 14 días. Pasados 85 días llamé por teléfono ya que considero que por educación y la famosa “calidad de servicio” merecía alguna explicación. La persona que me atendió sólo me dijo que “con 67 años usted no es negocio para el banco.” Así es que me quedé sin la caja de ahorros que la empleada me cerró para abrir una Premium, sólo porque eso la favorecía en las metas a cumplir en el mes. Sin embargo, con la tarjeta de ese banco que no me cerraron sigo pagando las cuotas de mi viaje a EE.UU.
Andrés Wojtowicz andresw@fibertel.com.ar