“Me siento defraudado por el gobierno que se fue, pero también por el actual”
OTRAS CARTAS. Voces, reclamos y esperas de jubilados
Luego de mucho peregrinar, el 6 de mayo de 2016, o sea casi un año y medio después, me imprimen en la ANSeS una captura de pantalla que dice: “Por la Resolución 9.360.588 se le otorga el pago con fecha de 28 de junio”. En esta captura me informan el banco, la sucursal y monto a cobrar. Como para ese día no recibí ninguna notificación me presenté nuevamente en la ANSeS y me sacan otra captura de pantalla que esta vez dice: “Estado suspendido”. Me presenté en Paraná 451 y me comunicaron verbalmente que estaba suspendido porque tenían que calcular nuevamente lo que me debían pagar.
Pero esto, a pesar de su gravedad, no es lo más terrible que me pasa. En febrero de 2015, como había presentado mi renuncia a la empresa para la que trabajaba y previniendo que mi jubilación tardaría más que lo anunciado, le compré al Estado dos camionetas para hacer fletes mientras duraba mi trámite. Las compré a la empresa YSUR, perteneciente a YPF. Sin ninguna explicación: al día de hoy, todavía no me las entregaron a pesar de que la empresa las cobró por transferencia bancaria y otorgó las facturas correspondientes.
A los casi 67 años me pregunto: ¿para qué trabajé toda mi vida? ¿Para qué voté cada vez que tuve que hacerlo, si la gente que tendría que cumplir con su trabajo, como yo cumplí durante muchos años, no lo hace? Esto se me agrava porque para jubilarme tuve que entregar mi documento de embarque, el cual me permite ejercer mi profesión. Ya no sé a quién recurrir. Me pregunto cómo se hace para incentivar a los jóvenes para que trabajen si es más redituable pedir limosna, vivir del Estado o de la caridad.
Los ciudadanos argentinos nos merecemos reflexionar por qué permitimos estas cosas. ¿Por qué clases enquistadas en los poderes nos hacen la vida tan difícil y después vemos cómo algunos funcionarios, sindicalistas y hasta presidentes de clubes se enriquecen a costa de nuestras contribuciones?
Héctor Da Silva
hectord70@gmail.com
Voces, reclamos y esperas de jubilados
Soy una más que se queja del PAMI. Desde principio de mayo comencé un trámite por una medicación para realizarme quimioterapia (necesito una cada tres meses por dos años) y ahora me entero que me la negaron. Muchas gracias por ser una más a la que le niegan una medicación que en este caso es nada más y nada menos que para sobrevivir.
Haydee N. Galleratti
fadoral@gmail.com
El proyecto de “Reparación Histórica” es a los jubilados, lo que la “Ley del embudo” a un líquido y a los jueces que hace que no se respeten sus fallos y queden obligados a retractarse convalidando sin opinar una propuesta arbitraria del Poder Ejecutivo: “Aceptás o seguís esperando”. Más de lo mismo. Tengo 89 años y si acepto el plan con quitas a lo resuelto en el fallo y en cuotas, terminaré de percibirlo a los 92 años. Por vergüenza ajena dejaré que la Justicia sea la que se autocalifique. Y a este Poder Ejecutivo que desconoce lo que corresponde en derecho y la palabra de la Justicia, repitiendo con igual arbitrariedad lo que dijo que ha venido a corregir, bien le cabe el calificativo de totalitario. Espero que si no yo, alguien de mi familia pueda comprobar que la Justicia existe a pesar de los totalitarismos y de los jueces que aceptan no ser independientes y dejan que no se acaten sus fallos.
Juan Carlos Mirabella
mirabellajc12@gmail.com
Agradezco la humana y esmerada atención que recibió en sus reiteradas internaciones Gennaro De Tommaso en el Hospital César Milstein del PAMI hasta mayo de 2016, mes de su deceso. Quiero resaltar el profesionalismo, responsabilidad y calidez de los servicios de Clínica Médica, Infectología y Hematología, como así también de Enfermería.
Liliana A. Belluomini
lilibell147@yahoo.com.ar
Por lo menos llaman la atención la nuevas multas que se imponen por infracciones de tránsito. Pero al margen de ser excesivas, se tendría que tener en cuenta que en determinados cruces, como Virrey del Pino y Cabildo, uno avanza con luz verde y al ritmo del transito, pero a veces queda detenido a mitad de la avenida por la intensidad del mismo que circula por ambas arterias y no se tiene otra alternativa que seguir avanzando cuando el tráfico se lo permite, debiendo a veces cruzar con luz roja. También debe considerarse que si la infracción la comete un jubilado, para pagar la multa, acorde a su sueldo, tendría que dejar de comer durante tres meses, incluyendo sábados y domingos.
Teodoro E. Cervo
tcervo@live.com
El problema del tarifazo no es más grave que el que tenemos más de tres millones de jubilados nacionales que cobramos la mínima. Por Ley de Movilidad Jubilatoria nos aumentarán en septiembre el 14,70% y en el mismo período, la inflación fue del 29,60%, es decir que la limosna que cobramos se deteriorará un 15% más. Realmente, vergonzoso. Lo que más duele es que no se ve una decisión política que apunte a aliviar la indignidad en que vivimos. Lo lógico sería aplicar en septiembre un aumento de acuerdo a la inflación vivida. No sé cuántos millones le significaran al Gobierno un aumento de esta naturaleza, pero de una vez por todas es imprescindible contemplar y resolver la angustiante realidad en la que estamos inmersos.
Alberto A. García
garciaalbertoaderian@gmail.com