“Es una vergüenza que jueguen con la salud”
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24/08/13 – Clarin
“Es una vergüenza que jueguen con la salud”
Queridos lectores, les escribo para compartir un poco mi situación y la de muchos jubilados. Desde hace tres meses perdí el ser más amado que tuve, mi papá.
Desde hace tres meses mi vida cambió por completo, en cuestión de segundos su corazón dejó de latir.
Pasé la peor semana de mi vida, viendo cómo desmejoraba día a día y su salud se deterioraba en una cama, con aparatos de alta complejidad dándole fuerza para vivir.
Lo que nunca imaginé fue que un stent coronario podría tardar tanto tiempo. Lo único que necesitaba era que le coloquen un stent y donde él se encontraba internado no tenían.
Lo que no puedo entender es lo siguiente: tanto mi padre como muchos jubilados aportaron años de trabajo y tienen obra social de PAMI. ¿De esta manera se ocupan de la salud de ellos? No teniendo un banco de stents para salvar vidas ...
Somos hormiguitas que trabajamos años para que nos recompensen de la peor manera.
Tanto a mi padre como a muchas otras personas les debe pasar lo mismo, es una vergüenza que jueguen de esta manera con la salud, y que jueguen con los seres que amás.
Quería compartir un poco de la realidad en la que estamos viviendo.
Mariana Fernández
maru_lourdes@live.com.ar
Voces, reclamos y esperas de jubilados
Leyendo las cartas de jubilados veía cómo una señora de 92 años reclamaba su ajuste y un señor de 100 también hacía lo mismo. ¿Tienen que esperar 23 años? ¿Esta es la cantidad de años que tardará la ANSeS para saldar los miles de juicios de los jubilados’
Esto es una tomadura de pelo. ¿Para el 2015 hay alguna propuesta de solución? Porque hasta ahora no escuché nada al respecto. Si el panorama no se puede revertir, entonces que nos faciliten las cosas propiciando un genocidio de ancianos. Sería lo más cercano a la verdad, esa que nos va cubriendo con una capa mortuoria cada vez que cumplimos años. Porque con lo que ganamos actualmente ya no se puede vivir ... Y morir de a poquito se me ocurre que es algo muy poco humano.
Otilia Fernández
otiliajurschan@yahoo.com
Le pido a la ANSeS que liquide el reajuste de mi padre y su correspondiente retroactivo. Tiene 80 años, está muy enfermo, padece insuficiencia renal crónica, es insulino dependiente y quedó ciego debido a un glaucoma. Trabajó desde los 13 años, a los 15 ya daba clases en el colegio industrial donde se recibió de técnico mecánico. Luego se recibió de ingeniero mecánico en la Universidad Obrera, realizando además dos trabajos.
Se jubiló en Subterráneos Buenos Aires, hizo el primer juicio y lo ganó, pero debido a la emergencia económica su jubilación se estancó. Hace tres años volvió a hacer juicio, esta vez en base al caso Badaro. Hasta ahora sin respuesta alguna.
Un funcionario público que trabajó toda la vida, y sus hijos lo deben mantener por la carestía de los remedios y la obra social que es de $ 3.600, que para él le es imposible pagar.
Quisiera que las autoridades de la ANSeS no miraran para otro lado ni tampoco lo hiciera el actual Gobierno que realiza actos sin mencionar en ningún momento este grave padecimiento de los abuelos, que en su mayoría están enfermos y dependen de sus hijos. Si es que tienen la suerte de que los puedan mantener, ya que en muchos casos no pasa así.
Mi papá se llama Abraham Branspiguel, su DNI es 4.822.499, expediente en letra en Cámara Federal de Seguridad Social N° 10 de la ciudad de Buenos Aires.
Marta Branspiguel
mbranspiguel@yahoo.com.ar
Hace más de dos años se sancionó la Ley 26.682, que regula la medicina privada. Pero en la práctica no encuentro ninguna que acepte mi afiliación en razón de mis 65 años y mis dolencias preexistentes. Nunca me responden, no entregan constancias de inicio del trámite, o me piden cuotas de unos $ 7.000 y firmando un contrato a tres años. ¿Podrían decirme si alguna prepaga está cumpliendo con la ley?
Roberto G. Ricci
rg6986@gmail.com
Soy paciente, afiliada al PAMI, reclamando que restituyan el servicio de kinesiología que sacaron de los hospitales municipales.
Padezco de artrosis en mi pie, y quiero destacar que durante la atención que tuve en el Hospital Durand, en las primeras diez sesiones el resultado fue muy efectivo. Lamentablemente, el PAMI no me autorizó la continuación del tratamiento en este hospital debiendo concurrir a un prestador privado de PAMI, recibiendo una atención que me empeoró la dolencia y me obligó a abandonarla.
Volví al Durand tratando de asociarme a la cooperadora, pero no fue posible. Por este medio sugiero que el sistema de hospitales permita de algún modo, tener consideración con los jubilados.
No se lo pido al PAMI, sino a los hospitales. Quizás sea más viable solucionarlo por el Gobierno de la Ciudad independientemente del PAMI. Pero seguramente no hará nada. Si pueden atender a tantos extranjeros ¿por qué a los jubilados no? ¿No tenemos derecho a elegir lo mejor para nuestra salud? ¿No es esto una discriminación?
Lina Brown
lina.rw@gmail.com
Soy asidua lectora de Clarín y en este caso portavoz de tantas docentes jubiladas de la provincia de Buenos Aires desde 2009. El planteo es que desde esa fecha estamos a la espera del pago especial que nos corresponde por 30 o más años de servicio.
Hemos realizado los reclamos correspondientes a la Dirección General de Escuelas; al gremio al cual estamos afiliadas; a consejeros escolares; asesores de la DGCyE; miembros del Concejo Deliberante Municipal ya que desde hace un año los expedientes están listos a la firma. En ningún caso obtuvimos respuesta ni solución.
Estamos en conocimiento de que docentes jubiladas en 2010, 2011 y 2012 ya lo han percibido. Consideramos que la resolución de los expedientes debe respetar el orden de los mismos en el tiempo. Pregunto: ¿quién debe firmar los expedientes para efectivizarlos? ¿Cuándo lo harán, señora ministro de Educación y señor gobernador?
María Silvia Echevarría
mse4@arnet.com.ar
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