Portugal, el nuevo paraíso tributario para los jubilados europeos
Cambios tras la crisis económica.Con bajos impuestos y otras ventajas fiscales, Lisboa ofrece buenas condiciones de vida a retirados y pensionados.
Exposición. Una imagen del Salón de la inmobiliaria y del Turismo en París. (Noel Smart)
Ellos la han bautizado la California europea. Gracias a la crisis y al pago adelantado de su deuda con la Troika en Bruselas, Portugal se ha transformado en un paraíso tributario para europeos retirados o jubilados, que no pagan impuestos en sus pensiones, y para los nuevos ricos que han descubierto las ventajas de la Golden Visa. Un documento portugués con el que millonarios chinos, árabes, paquistaníes, brasileños y rusos que llegan en masa consiguen –comprando una casa por medio millón de dólares– una residencia muy especial. Les permite por cinco años vivir en Portugal, aunque solo estén allí 14 días al año, invertir y viajar sin inconvenientes por toda la zona Shenguen europea, con unos impuestos ventajosos y con la posibilidad de obtener un pasaporte y la nacionalidad portuguesa después.
Durante tres días en París funcionó el Salón de la Inmobiliaria y el Turismo portugués para tratar de atraer a los miles de franceses retirados, que podrían disfrutar de una calidad de vida mejor en Portugal, con 300 días de sol año, excelentes hospitales, golf, cultura, a dos horas de París, sin tener que pagar durante 10 años ni un peso de impuestos por su pensión. El poder de compra de un francés que se instala en Portugal se multiplica por tres actualmente.
Al menos 180 stands con abogados, fiscalistas y tributaristas especializados, inmobiliarias, bancos, arquitectos aterrizaron en la Porte de Versalles en París y en francés trataron de “vender” el sueño portugués a Francia. Resultó un éxito. La estadística sostiene que cada 7 días 15 franceses se van a vivir a Portugal. La razón es simple: para ellos y los europeos, las condiciones tributarias que hoy ofrece Portugal para los próximos diez años son ventajosas cuando en su país los impuestos son astronómicos.
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Amalie Dumas, una funcionaria pública recién jubilada, vino especialmente porque piensa mudarse el año próximo a Algarve y no sólo quería conocer las condiciones sino los precios de un departamento. “Para nosotros es muy ventajoso y no es lejos de Francia. Con los vuelos de bajo costo podemos estar cerca de la familia, visitar los nietos y regresar a Portugal por 190 días al año”, explicó esta bretona.
Con el ISIS explayándose en el norte de Africa y después de los atentados en París, los franceses ven a Portugal como un nuevo Marruecos o Túnez, donde antes elegían para pasar sus soleados días de jubilados.
Allí los expertos explicaron el status y el régimen fiscal para los “residentes no habituales”(RNH) en Portugal y los beneficiados con la Golden Visa, que está destinada para los que no son europeos. En el 2013, se modificó la ley fiscal para dar un régimen tributario especial para los ciudadanos europeos y, especialmente, para los jubilados y ciertas profesiones. Los jubilados europeos pueden beneficiarse de una eximición total de impuestos sobre las ganancias, durante un período de 10 años, si ellos eligen a Portugal como su residencia fiscal. El nivel de la salud lusitana ocupa el número 12 en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud, con médicos formados en Francia o Estados Unidos y hospitales públicos y privados de alta calidad. No deben comprar una casa si no lo desean y es fácil alquilarla. Una opción que atrae a muchos europeos porque el salario mínimo en Portugal es de 566 euros contra 1.365 en Francia. Conseguir el status de RNH, residente fiscal no habitual, puede llegar a tardar seis meses.
Con la enorme crisis económica que el país sufrió desde 2009, comprar una propiedad en Portugal no es caro. Se puede conseguir una casa en el campo a reconstruir por 70.000 euros, una lujosa mansión en la playa de Algarbe por un millón y un lindo departamento en Santa Engracia en Lisboa, en un convento reciclado, por 181.000 euros. En los últimos dos años, las propiedades han aumentado entre un 20 a un 30 por ciento.
La Golden Visa está en funciones desde octubre del 2012, cuando el gobierno portugués –por iniciativa de la Cancillería– adoptó una ley modificando el régimen jurídico vinculado a la entrada y permanencia de los extranjeros sobre el territorio nacional portugués. De esta manera, permite a los ciudadanos extranjeros, por fuera de la Unión Europea, que quisieran ser inversores obtener una visa absolutamente excepcional, que bautizaron Golden Visa, que les exige vivir como mínimo 14 días en Portugal, desplazarse, trabajar e invertir en los países del espacio Schengen. Los titulares de esta Golden Visa tendrán el derecho a traer su familia en nombre del reagrupamiento familiar, acceder a un permiso de residencia permanente e incluso la nacionalidad portuguesa.
Hay condiciones para la Golden Visa portuguesa. Se necesita adquirir una propiedad de un valor superior a 500.000 dólares, transferir a Portugal un capital igual o superior a un millón de euros, que pueda ser invertido en las empresas de Portugal por una representación jurídica y hacer una inversión, que conduzca a la creación de 10 empleos. Ellos deben pagar los impuestos pero en Portugal no superan el 30 por ciento y no hay impuesto sobre la fortuna. En torno a los derechos de sucesión, las transmisiones gratuitas entre la pareja y los donaciones de padres a hijos están exentas de impuestos.
El legajo jurídico de los inversores debe ser impecable: no puede estar condenado por un crimen castigado en Portugal con una pena de más de un año de prisión, no haberles sido prohibida la entrada al país ni estar referenciados en el sistema de información Schengen ni por el sistema de información integrado por los servicios de extranjeros y de fronteras portugueses (SEF).
Los brasileños están llegando en masa. Los paquistaníes, con serios problemas para conseguir visas europeas, también han aterrizado. Los rusos y ucranianos se han instalado, a pesar de las sanciones contra el presidente Vladimir Putin. Pero son los chinos los mas entusiastas. Están encantados con los portugueses multilingües, con el sol y hasta con la comida. Y han descubierto que, gracias a su colonia imperial de Macao, muchos hablan chino.
Arquitectos, ingenieros, escultores, actores, músicos, pintores, auditores y consejeros fiscales, médicos, dentistas, profesores universitarios, arqueólogos y biólogos o lo que se llaman “profesiones liberales” también son beneficiarios de este régimen tributario especial. Si sus ganancias de residente no habitual durante un período de 10 años son de origen portugués, tienen una tasa preferiancial de impuestos del 20 por ciento. Deben vivir al menos 183 días al año en Portugal de manera continua o discontinua y disponer de un alojamiento en Portugal. Pero cualquier trámite exige una buena consulta con abogados tributarios y agencias inmobiliarias para no cometer irreparables errores.