sábado, 6 de marzo de 2010

Editoral de Clarin

Más racionalidad para la jubilación

El régimen jubilatorio de nuestro país presenta un conjunto de deficiencias que deben ser corregidas para que se le garantice un trato equitativo a las personas que han cesado su actividad en el mercado laboral.
Un análisis pertinente de esta problemática ha sido formulado en el Seminario sobre Sustentabilidad de los Sistemas Públicos Previsionales, organizado en la ciudad de México por el Centro Interamericano de Estudios de la Seguridad Social y la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.
Entre otras medidas, allí se planteó la necesidad de universalizar el sistema, permitiendo de manera permanente que las personas que alcancen la edad jubilatoria y no cuenten con los aportes requeridos, accedan a la jubilación, completando los aportes a través de un sistema especial.
Esta medida debería llevar a la eliminación de las pensiones no contributivas, que suelen ser asignadas de manera arbitraria y con fines clientelísticos, y este ahorro contribuiría a financiar el sistema.
Además, los expertos señalaron que se debería eliminar el tope de 35 años de aportes para el cálculo del haber. Este cambio le daría otra racionalidad al sistema, ya que alentaría el registro de más aportes.
También se debería modificar el régimen de invalidez vigente, para que el porcentual de incapacidad pase a quedar vinculado a la actividad que desarrollaba el trabajador afectado.
Otro de los cambios propuestos se vincula a la determinación de la jubilación mínima a través de un mecanismo participativo equivalente a las paritarias, lo cual contaría con el apoyo del sector gremial.
A través de esta medida se podría reducir la gran distancia existente entre el salario y la jubilación mínimas.
Junto a esos cambios -que implicarían incrementar la racionalidad del actual sistema jubilatorio-, se debe eliminar la arbitrariedad que persiste en la determinación de los haberes y que sigue provocando una muy elevada litigiosidad, cambiándolo por un sistema previsible y que no ponga a los jubilados a merced de decisiones políticas o de fallos judiciales.
El régimen jubilatorio presenta deficiencias que deben corregirse para superar la arbitrariedad en la determinación de haberes y la litigiosidad que ocasiona.
Fuente
http://www.clarin.com/diario/2010/03/05/opinion/o-02152480.htm

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buen análisis
Roque A Socies de Pergamino