domingo, 4 de octubre de 2015

“Si pagamos el alquiler, no nos alcanza para comprar la comida”

 

Vior

Vior

El presidente del PJ bonaerense, Fernando Espinoza, dijo en un acto que los jubilados antes se morían de hambre. ¿Qué creerá que nos pasa a los jubilados con la mínima, hoy? Los jubilados que tienen que pagar alquiler o expensas, sumados a todos los gastos que conlleva el diario vivir, porque seguimos viviendo, a pesar de ser jubilados -cosa que parece que a esta gente no les entra en sus cerebros- no nos alcanza para pagar el costo altísimo de los alimentos.
Además, quiero decir que tampoco sirven los “precios cuidados”, porque como vivimos en un país donde queremos ser libres e independientes se supone que todos tendríamos derecho a comprar aquello que nos gusta y no los que nos imponen compulsivamente con los “precios cuidados”.
Ese mismo día, por un canal de TV, hablaba la Presidenta, hablar es un decir porque últimamente grita desaforadamente, se la ve más que nerviosa queriendo hacer creer lo excelente de su conducción. Por supuesto que si mira a su alrededor, los que baten alegremente sus palmas cuando ella vocifera, les va más que bien.
Diríamos que muchos de ellos se podrían comparar con faraones, por la cantidad de dinero que acumulan con los negociados y otras yerbas que les permite el “generoso Estado”, mirando siempre para otro lado y, además, por las dudas, tratando de cambiar jueces y leyes. Este es un país maravilloso, lleno de posibilidades, lástima que está en manos de quienes no les importa el bienestar de su pueblo.
Nelly Zugasti
nelvezug@gmail.com

Voces, reclamos y esperas de jubilados
El que espera desespera, y yo estoy desesperada. Tengo 64 años y desde hace cuatro que tramito mi jubilación, la que es rechazada por la ANSeS una y otra vez. Trabajé 30 años y lo hice en un banco, en comercios y sólo dos de ellos en servicio doméstico, pero la ANSeS rechazó mi jubilación. La Justicia, a través de la Cámara, dictaminó a favor mío, pero la ANSeS volvió a rechazar.
Ahora está en la Cámara otra vez. ¡Y yo espero y espero! ¿Puede ser tanta injusticia? No tengo ingresos, vivo de lo que me ayudan mis hijos, eso cuando hay tantas jubilaciones que son aprobadas a personas sin haber trabajado. Yo trabajé, trabajé, trabajé. ¿Hasta cuándo voy a esperar? Señor Diego Bossio, muchas veces no puedo comprar mis remedios porque me da vergüenza recurrir siempre a mis hijos. Por favor denme una solución. Quiero vivir con dignidad, se los voy a agradecer.
Luisa Graziano
mnick-17@hotmail.com

Viajando en el subte un jovencito a mi lado disfrutaba de un video chino en una hermosa Notebook con el logo de ANSeS Presidencia de la Nación. Y como jubilado, con 35 años de aportes percibiendo la prestación mínima, mientras me trasladaba con mis 78 años y mi bastón para procurar lograr una venta, reflexionaba sobre que ese ordenador lo pagamos nosotros. Nunca imaginamos que nuestros aportes provisionales un grupúsculo de iluminados los utilizaría para hacer beneficencia, existiendo un Ministerio y diversos organismos oficiales para tal cometido.
Carlos Finkel
caralfink@yahoo.com.ar

En la edición de Clarín del 19 de septiembre volví a sentirme golpeado al leer otra de las tantas injusticias que sufren los jubilados. En la carta del doctor Rodolfo Mazzoni se repite ese anatema que padecen las personas cuyo principal fin en la vida ha sido prepararse y trabajar arduamente para el bien de los demás.
Este es el caso de un médico brillante en su especialidad, y con cualidades humanísticas sobresalientes, que después de 50 años de aportes debe peregrinar entre una maraña de trámites interminables para recibir lo que con sumo derecho le corresponde.
Realmente me avergüenza que, aún hoy, siga tan vigente eso de: “Es lo mismo un burro que un gran profesor”.
Alicia Aquadici
aaquadici@yahoo.com.ar

Soy jubilado desde 1993. Con el correr del tiempo me pude interiorizar de que mis haberes habían sido mal liquidados, ya que me los otorgaron sin ajustarse a las tareas y cargo que desempeñaba, los que eran muy superiores a los usados en el cálculo. Inicié las acciones legales, (expediente N°41.229-2010) solicitando el reajuste. El mismo se encuentra en la Sala 3 a la espera de que algún funcionario de buena voluntad y comprensión le dé celeridad.
Solicito que se realice lo más rápido posible ya que a mis 81 años mi salud se deteriora día a día. No puedo esperar mucho más, no llegaría a lograr lo que me corresponde luego de haber trabajado por más de 40 años. Los gastos en doctores y medicamentos que no cubren la obra social los tengo que financiar con lo que cobro y poder subsistir cada vez se me hace más difícil. No solicito ningún plan, solamente reclamo lo que me gané y me pertenece. Espero que algún directivo de la ANSeS tome nota de lo que solicito.
Carlos A. Padula
carlospadu@yahoo.com.ar

Quiero agradecer por la atención recibida por mi mamá, Alejandra, de 86 años, afiliada del PAMI, en el “histórico” Sanatorio “Don Bosco”, del gremio del Vidrio. Ante una emergencia y tras una derivación por falta de camas en el Sanatorio UOM (Avellaneda), llegamos con todas las dudas a Don Bosco. Pronto se disiparon. Desde el ingreso nos encontramos con la eficiencia del médico de Guardia Franco López, los conocimientos de la doctora Sonia Abraham, la cálida atención de todo personal de enfermería (Blanca, Hilda, Raúl) y de otras muchas personas que no recuerdo sus nombres. La verdad es que estoy gratamente sorprendido y vuelvo a confiar. Muchas gracias.
Jorge Jarmoluk
jjarmoluk@gmail.com

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