viernes, 31 de octubre de 2008

El Default y La Confiscación

Finalmente, llegaron el default
y la confiscación

La urgencia del tema instalado en la opinión pública hizo que Roberto Cachanosky desde su sitio «Economía para Todos» nos dijera lo siguiente:

La decisión del Gobierno de estatizar los fondos de las AFJP, eliminar el sistema de jubilación privada y volver a un régimen estatal de jubilaciones es una nueva estafa a los ahorristas argentinos.
Después de leer las declaraciones de Cristina Fernández argumentando que la confiscación de los ahorros de la gente es para defender a los trabajadores y jubilados, llegué a la conclusión de que va a ser bastante difícil que los Kirchner logren superar su marca en materia de cinismo.
¡Es la primera vez que alguien me roba y encima me dice que lo hace para hacerme un favor!
¿Por qué digo robar?
Porque el Estado, utilizando el monopolio de la fuerza que le fue delegado para defender nuestros derechos, lo está utilizando para quedarse con nuestros ahorros en las AFJP. El dinero que depositamos en las AFJP para que estas los administraran, está colocado en bonos estatales, depósitos a plazo fijo, acciones, fondos fiduciarios, etc.
Por lo tanto, al pasar todos esos activos a manos del Estado los burócratas se quedan con nuestros ahorros y no entregan nada a cambio, salvo la promesa de defender nuestra jubilación. Una verdadera hipocresía cuando vemos lo que ganan nuestros padres y abuelos. Y más hipocresía aún cuando quienes todavía no informaron qué hicieron con los fondos de Santa Cruz y están seriamente comprometidos en las valijas voladoras venezolanas, dicen que toman nuestros ahorros para defendernos.
¿Usted le confiaría sus ahorros a alguien que tiene estos antecedentes?
Pero hay otro punto que me parece ha pasado desapercibido y no se ha dicho con toda claridad. El punto en cuestión consiste en algunos comentarios que sostienen que esta medida fue para evitar el default. Mi visión es diferente.
Con esta medida el Estado está defaulteando más de $ 53.000 millones de pesos en bonos públicos.
Es que nuestro dinero fue colocado por las AFJP en títulos del gobierno nacional por ese monto. Ahora bien, al estatizarse el sistema, esos bonos pasan a manos del Estado y a nosotros no nos entregan nada a cambio. Por lo tanto, lo que está haciendo el gobierno kirchnerista es defaultear $ 53.000 millones en bonos que nos debe a nosotros.
Nos los quita por la fuerza y ya no los tendrá que pagar. Así que esta medida no es para evitar el default, es un default liso y llano.
El Estado también se quedará con $ 6.359 millones a plazo fijo sin entregar nada a cambio. Esto quiere decir que, comparado con los Kirchner, Duhalde fue la Madre Teresa de Calcuta cuando pesificó los depósitos porque, por lo menos, entregó algo a cambio.
Los Kirchner directamente se quedan con los $ 6.359 millones, el ahorro privado, y encima dicen que es para defendernos.
En total, los Kirchner pretenden quedarse con U$S 30.000 millones de ahorros privados bajo el argumento de defender los intereses de los trabajadores y los jubilados.
Si el corralito, el corralón y la pesificación fueron letales para la economía Argentina, hacer otra confiscación de ahorros privados a los 6 años de la anterior implica condenar a la Argentina a la más profunda decadencia.
¿Por qué? Porque con estos antecedentes de un Estado que sistemáticamente se queda con los ahorros de la población, ya nadie traerá sus ahorros a la Argentina para volcarlos al mercado de capitales.
Sin ahorros que se canalicen en el mercado de capitales, no habrá financiación para las inversiones o el consumo.
Sin financiamiento para la inversión no hay posibilidad alguna de crecer, crear nuevos puestos de trabajo y mejorar el ingreso real. En otras palabras, estamos condenados a la miseria por este desprecio de los derechos de propiedad.
Los Kirchner le están haciendo un daño a la Argentina jamás visto.
¿Quién puede creerle a los Kirchner que hacen esto para defender a los trabajadores y a los jubilados y no porque necesitan plata, si todavía estamos esperando los U$S 30.000 millones de inversiones chinas, los créditos hipotecarios para los que alquilan, el pago al contado al Club de París que fue anunciado con bombos y platillos o la reapertura del canje para los holdouts anunciada una par de semanas atrás?
En pocos días pasamos de los anuncios del pago al contado al Club de París al default de $ 53.000 millones como si nada, y encima quieren venderlo como un logro para el pueblo argentino.
Ya nada sorprende en esta era kirchnerista en materia de confiscación. Defaultean la deuda en pesos ajustada por el CER dibujando el IPC. Quisieron confiscar a los productores agropecuarios y no pudieron. Con la sangre en el ojo fueron ahora por los ahorros de la gente en las AFJP. Y que quede en claro, no es a las AFJP a las que les quitan el dinero.
Es a la gente que había ahorrado y que tenía ese ahorro en las AFJP.
Mal que le pese a los pocos defensores que quedan del kirchnerato, la crisis llegó y el gobierno, finalmente, optó por defaultear parte de la deuda pública y robarse el resto de los activos. Con tanto ataque a la propiedad privada, ¿qué impide que mañana vayan por los depósitos de la gente?
Los Kirchner han hecho doblete. Defaultearon parte de la deuda y confiscaron el resto de los ahorros.
Lo mismo que en el 2002, pero más grave, porque no entregan nada a cambio.
Francamente, cuando veo los dislates que está haciendo el Gobierno, cada vez me convenzo más de que el tipo de cambio a $ 3,25 está regalado. ( Hoy 31 de Octubre ya pasó los $3,40 )
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Evitar el default o gasto
electoral: ¿Qué hay detrás de la estatización de las AFJP?

El análisis de Rosendo Fraga sobre el momento político nos dice así:

El proyecto de estatización de las AFJP tendría explícitamente la intención de evitar que se deterioren los ingresos de quienes aportan y se jubilan por este sistema, aunque se ha reiterado la costumbre de violar las reglas de juego, lo que ha profundizado la desconfianza
El proyecto de estatización de las AFJP tendría explícitamente la intención de evitar que se deterioren los ingresos de quienes aportan y se jubilan por este sistema.
Ello parte de la premisa de que el Estado estará dispuesto a darles a los aportantes un ingreso mayor que el proporcionado por el sector privado, lo que por lo menos es dudoso.
El Estado, de aprobarse el proyecto, pasará a manejar una masa de fondos muy importante, ampliando así su poder discrecional.
La argumentación económica que se esgrime desde el oficialismo es que con esta medida la Argentina aleja el riesgo de default al contar el Gobierno con sobrados recursos para atender los vencimientos de la deuda.
Ello implicaría que los recursos aportados por los afiliados a las AFJP para financiar su jubilación irían al bolsillo de los tenedores de deuda de Argentina, algo que contradice el supuesto intento de proteger los recursos de los futuros beneficiarios del sistema de jubilación privada.
Si el objetivo de la medida es evitar que la confianza en la Argentina caiga más por un nuevo default, la medida ha mostrado ser contraproducente.
Los mercados son muy volátiles y hoy o mañana pueden cambiar, pero el comportamiento registrado el lunes 20 de Octubre, el día que se conoció la decisión del Poder Ejecutivo, es una señal indiscutible.
Este día, la bolsa de los EEUU mejoró casi 5% y la de Brasil más de 7%.
Los commodities acompañaron la tendencia, ya que el petróleo ganó varios dólares por barril y la soja, clave para la Argentina, mejoró 4%.
Pero los valores de Argentina mostraron el comportamiento contrario.
La bolsa argentina cayó entre 3 y 7%,
de acuerdo se la mida en sus valores de cotización fuera y dentro del país y los bonos perdieron en la misma dirección, en algunos casos hasta el 10%.
Es claro que el razonamiento no ha sido que la Argentina, al contar el Gobierno con más fondos a su disposición para evitar el default, ha ganado en confianza, sino todo lo contrario.
Con el anunció se ha reiterado la costumbre de violar las reglas de juego, lo que ha profundizado la desconfianza.
El oficialismo enfrenta una elección difícil el año próximo y por primera vez en dos décadas de ejercicio continuo del poder a nivel municipal, provincial y nacional, los Kirchner tendrán que gobernar en un año de restricción económica.
Quienes toman decisiones económicas piensan que la medida está más motivada por la necesidad de evitar la reducción de gasto que por la decisión de cumplir los compromisos externos, y los aportantes de las AFJP -sin que ello implique profesión ideológica por el capitalismo- temen por el destino de sus aportes.

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