sábado, 6 de septiembre de 2008

La emoción de la Presidenta

Publicado en Clarín 06/09/2008
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La duración del vidrio y la injusticia
En el discurso que la señora Presidenta pronunció en Avellaneda, el 29 de agosto, mencionó, entre otras cosas, ¨la emoción que me causó el pasar por el stand de Durax¨. Permítanme hacer el siguiente comentario. Soy ingeniero, trabajé durante 36 años en la fábrica Cristalux. En el año 1971, los dueños de la planta me dieron el honor y la orden de desarrollar una vajilla que fuera más resistente que las piezas habituales de vidrio. Luego de algunos meses encaminamos el producto, al que se le puso la marca Durax. Trabajé hasta 1994. El premio que obtuve, más allá del reconocimento empresarial, fue jubilarme con un haber que no alcanzaba al 40% de lo que ganaba en actividad. Desde esa fecha sólo obtuve los magros aumentos otorgados por el Gobierno, a pesar del juicio que inicié a la ANSeS. Ahora, el expediente duerme en la Corte. Como si fuera poco, Cristalux quebró y mantiene conmigo una deuda de US$ 35.000, que según mi abogado nunca llegaré a cobrar.
¡Y, bueno... la Presidenta se siente emocionada!
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Estimado Sr. Spagnolo:
En primer lugar agradezco su correo y la información sobre los blogs que tratan nuestros problemas.
Me permito a continuación enviarle el texto completos de la Carta al País que envié a Clarín pues entiendo que omitieron párrafos muy importantes que hacen al nudo de la cuestión.


¨En el discurso que la Sra. Presidente de la Nación efectuó en la ciudad de Avellaneda el viernes 29 de agosto, dijo entre otras cosas ¨la emoción que le causó el pasar por el stand de Durax¨.
Permítanme hacer el siguiente comentario:
Soy el Ingeniero Osvaldo Pérez, y trabajé durante 36 años en la fábrica Cristalux, dónde se producía la vajilla Durax.
En el año 1971, los dueños de la planta me dieron el honor y la orden de desarrollar una vajilla de vidrio que fuera más resistente que las piezas habituales de vidrio, y con la inestimable ayuda de varios colaboradores, luego de algunos meses de desarrollos y pruebas pudimos en pocos meses encaminar la producción de vasos, platos y tazas de vidrio a los que se puso la marca DURAX con una resistencia a los golpes y temperatura no conocidas hasta entonces en piezas de vidrio fabricadas en el país, con enorme suceso que muchos podrán recordar.
Trabajé hasta 1994 en esa fábrica. El premio que obtuve por ello, más allá del reconocimento empresarial, fue jubilarme con un haber que no alcanzaba al 40% de lo que ganaba en actividad, por los topes en los haberes jubilatorios que dispuso el Ejecutivo de ese entonces.
Desde esa fecha al presente pude obtener sólo los aumentos, magros aumentos otorgados por el Gobierno a pesar de que el juicio que inicié a la ANSES tuvo sentencias que me fueron favorables, pero apelados por ese organismo.
Ahora el Expediente duerme en la CORTE SUPREMA DE LA NACION desde septiembre de 2007.
Como si eso fuera poco, Cristalux quebró manteniendo conmigo una deuda certificada en el Ministerio de Trabajo de USD 35.000, la que según mi abogado nunca llegaré a cobrar al haber pasado el predio que ocupaba la Empresa a la Cooperativa de Trabajo que está usufructuando del mismo y de la marca DURAX, que tan buena posición obtuvo en el mercado, modestamente en parte a mi trabajo fundamental pero muy poco reconocido.Supongo que es una más de las terribles injusticias a los que estamos sometidos quienes dedicamos nuestra vida al trabajo y al aporte correspondiente a nuestros salarios, cosa muy poco reconocida por los Gobiernos de turno
Pero bueno....la Sra. Presidente se siente emocionada !¨
Atentos saludos.
Osvaldo O. Pérez

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