http://www.clarin.com/suplementos/cartas/2008/09/06/index.html
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La discusión en Diputados tiene en vilo a más de un millón y medio de jubilados, cuyos ingresos fueron en proporción inferiores a los que no percibían la mínima. Y debido a eso y a los aumentos que se otorgaron se produjo un achatamiento de la pirámide salarial previsional.
Aparentemente, la
movilidad no regirá este año sino recién el próximo, y lo grave es que desde la devaluación hasta marzo pasado el índice de salarios del INDEC trepó un 140,95 %. En ese lapso, más de 1.500.000 jubilados obtuvieron aumentos inferiores.
En lo que va de 2008, la Justicia recibió entre tres mil y seis mil nuevas demandas por mes.
Si la nueva ley no sigue estrictamente el criterio de la Corte, abrirá la puerta a otra catarata de juicios.
Esteban Domar.
estebandomar@hotmail.com
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En la ANSeS funciona una "sección especial" cuya tarea consiste en trabar expedientes para impedir otorgar el beneficio a determinadas personas. Está destinada, exclusivamente, a los argentinos radicados en el Estado de Israel, esto no existe en ningún otro país del planeta.
Y eso es xenofobia.
El objetivo es prolongar esta "ruleta rusa" hasta que la muerte le llega al solicitante, en general ancianos septuagenarios u octogenarios, sin haber recibido el beneficio.
Esto se llama genocidio.
Los solicitantes tienen cumplidos todos los requerimientos de la ANSeS para obtener el beneficio de pleno derecho y sin embargo se lo niegan.
¿Sabe esto el INADI?
¿Saben esto las organizaciones de derechos humanos?
Mario Chichotky.
mariochichotky@hotmail.com
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Necesitaría saber qué tipo de fiscalización de precios tienen laboratorios, droguerías e industrias farmacéuticas o si realmente tienen algún control. Como esposa de una persona discapacitada y postrada, compruebo con sorpresa y angustia los aumentos que se producen de semana a semana en medicamentos y otros insumos que son de venta libre, pero también indispensables para mi enfermo.
¿El INDEC los tendrá en cuenta para su medición?
Los jubilados nunca veremos esos ajustes en nuestros magros cobros, por lo tanto, somos y seremos rehenes con una sola disyuntiva:
me medico o me alimento.
Martha Raggi.
martharaggi@gmail.com
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El 28 de agosto, mi esposo fue a cobrar su jubilación en el Banco de la Provincia, sucursal Villa Celina.
No pudo hacerlo porque el personal estaba de paro y dejaron a gran cantidad de jubilados sin cobrar los magros ingresos que perciben.
Tampoco pudo cobrar el viernes.
Supongo que los empleados de esa institución tendrán buenos motivos para realizar un paro, pero me parece mal que por defender sus derechos avasallen los derechos de los demás, en especial de aquellos que más indefensos están.
Elvira Z. Amavet.
eamavetster@gmail.com
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