“Es vergonzoso para los padres tener que recibir auxilio económico de los hijos”
LAS OTRAS CARTAS: Voces, reclamos y esperas de jubilados
No es un número o un porcentaje mágico. El 43% al que me refiero es la cifra que da un estudio realizado por el Centro de Investigaciones Sociales sobre los hijos que ayudan a sus padres económicamente para que tengan una mejor calidad de vida.
Si hay algo que todo ser humano debe de agradecer por siempre, independientemente de como transcurrió su existencia, es que dos personas de distinto sexo hayan decidido crear una vida. Creo que dar al mundo un nuevo ser se asemejaría -en mucho menor medida y dimensión- a crear un pequeño universo.
Pero esto no quiere decir que los hijos deban ser el sostén de sus padres, si es que estos fueron lo que toda sociedad pide, trabajadores honestos y que cumplieron con lo que la ley exige.
Es vergonzoso y vergonzante para los padres tener que recibir auxilio económico de los hijos. Estoy seguro que ningún padre trajo a sus hijos a este mundo para terminar sus días sintiéndose muy mal anímicamente ante sus descendientes.
La vida se recibe y se da para ser gozada y sufrida, en el amor, afectos, cariño, en la tristeza, el desencanto y la adversidad, pero nunca debe estar encadenada por el factor económico. Esto es totalmente ajeno a la esencia de la vida, y los padres no deben sentirse apesadumbrados por esta situación.
No es culpa de los padres ni de sus hijos vivir en un país donde los mayores y jubilados no fueron ni son tenidos en cuenta por la clase política ni la gremial.
Manuel Castilla
pirinchofeliz@yahoo.com
Si hay algo que todo ser humano debe de agradecer por siempre, independientemente de como transcurrió su existencia, es que dos personas de distinto sexo hayan decidido crear una vida. Creo que dar al mundo un nuevo ser se asemejaría -en mucho menor medida y dimensión- a crear un pequeño universo.
Pero esto no quiere decir que los hijos deban ser el sostén de sus padres, si es que estos fueron lo que toda sociedad pide, trabajadores honestos y que cumplieron con lo que la ley exige.
Es vergonzoso y vergonzante para los padres tener que recibir auxilio económico de los hijos. Estoy seguro que ningún padre trajo a sus hijos a este mundo para terminar sus días sintiéndose muy mal anímicamente ante sus descendientes.
La vida se recibe y se da para ser gozada y sufrida, en el amor, afectos, cariño, en la tristeza, el desencanto y la adversidad, pero nunca debe estar encadenada por el factor económico. Esto es totalmente ajeno a la esencia de la vida, y los padres no deben sentirse apesadumbrados por esta situación.
No es culpa de los padres ni de sus hijos vivir en un país donde los mayores y jubilados no fueron ni son tenidos en cuenta por la clase política ni la gremial.
Manuel Castilla
pirinchofeliz@yahoo.com
Voces, reclamos y esperas de jubilados
Haciendo uso de la posibilidad que me brinda este diario, mi diario, quiero proponer, con la esperanza de que lo lea algún funcionario del Poder Ejecutivo con posibilidad de accionar, que los jubilados con fallo definitivo sobre el ajuste de sus haberes y retroactivos, y sin importar si es reciente o de mucho tiempo atrás, comiencen a cobrar en forma rápida el sueldo que resulte de los cálculos que hagan tanto la ANSeS como la Justicia, dejando para más adelante el pago de esos retroactivos.
Creo que de esta manera el jubilado comenzará a tener una mejor calidad de vida y la fundida ANSeS tendría un respiro, que seguramente no será largo. Los abuelos no tienen mucho tiempo para esperar, y será justicia.
Roberto P. Barro
patricio1936@gmail.com
Durante la campaña electoral, y especialmente en los últimos tramos, se mencionó como un hecho prioritario la inmediatez del ajuste del 82% móvil, el que en su momento fue vetado por la anterior presidenta. Ha pasado tiempo, se han tomado varias medidas, pero ésta ha quedado relegada o en el olvido. La importancia está mostrada por los millones de jubilados que creyeron y votaron al actual Gobierno.
En mi caso, en 2010 inicié el juicio contra la ANSeS, adjuntando certificados de discapacidad motriz y otro por problemas cognitivos, los que a mis 80 años se acentúan velozmente. Además hay un derecho innegable y es los 50 años de aportes efectuados. Por una razón biológica no son muchas las veces que podré hacer reclamos, pero no se olvide, señor Presidente, que la mentira no tiene retorno: millones son los testigos de lo que acá afirmo.
Manuel Alvarez
juanaazurduy3024@hotmail.com
El sábado 19 me publicaron la carta “Bossio decía que la ANSeS estaba bárbara, ahora vemos que no hay plata”, y he tenido algún apoyo y uno que otro insulto. Creo que, de una forma u otra, me lo esperaba. El anterior gobierno ha mellado la cabeza de algunos argentinos. Creo que ya no los podremos recuperar. Son como adictos buscando desesperados alguna droga.
Luis Rodríguez
luisdrodriguez4@gmail.com
La carta del 26 de diciembre titulada “La población no ha tomado plena conciencia del drama de los jubilados”, de Ricardo Forgione, me lleva a pensar que aún resta un cambio de mentalidad. El autor cree que es el Presidente quien maneja la Justicia, como lamentablemente ha ocurrido durante los últimos doce años. Y por eso supone que debe acusarlo de traidor si los fallos no salen rápidamente.
Señor Forgione, en todo caso debería acusar de traidores a los jueces, pero seguramente como damnificado usted sabrá que los juzgados están sobrepasados por la falta de personal que no es atribuible precisamente a Mauricio Macri, sino a las constantes trabas que el Ejecutivo anterior interpuso a las causas y por el incumplimiento del Estado con los jubilados, al usar su dinero para otros fines. Supongo que eso usted lo debe saber mejor que yo, lástima que no acusa de traición a los verdaderos autores de sus penurias.
Guillermo R. López
cuerditalopez@hotmail.com
Los gremios han pedido un bono para paliar los efectos del descalabro económico, que Cambiemos ha heredado. Y está bien. El Estado emitirá un bono para regularizar la deuda con los importadores. Y también está bien. Pero hay miles de sentencias favorables a jubilados que la anterior administración dejó entre los varios “pagadiós” al nuevo gobierno. ¿Alguien se ha hecho cargo de ello? Hasta ahora, no. El inusual flequillo disimulaba su angosta frente y la sonrisa constante, sus ocultas intenciones. Fue Diego Bossio quien ordenó apelar todas las sentencias que favorecieran a los jubilados. Con ello retardó el pago de las mismas y siguió alimentando “la caja preferida de Cristina”. Así de perversa ha sido su conducta.
¿No habrá llegado la hora, dentro de un país que está volviendo a la normalidad, de emitir un “bono previsional” para pagar la más urgente de las deudas? El no pago de las sentencias a los jubilados y la aceptación de semejante arbitrariedad nos interpelan como sociedad.
Juan José de Guzmán
jjdeguz@gmail.com
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