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10/03/12 - 00:56 - Clarin
Queridos funcionarios de mi (pese a todo) maravilloso país: con inmenso placer me encantaría “renunciar” a tantos “subsidios” que comprometen vuestras finanzas, pero se da el caso de que soy uno de los miles de jubilados que cobran una “m…” la cual, decorosamente, en pleno auge de siglas y abreviaturas puede traducirse como “máxima-mínima”. En síntesis, “Magra”.
Los tiempos que corren ridiculizaron el concepto del “ahorro” que, materializado, era ”base de fortuna”. Sucede que en mi caso siempre fue “esquema de conducta”; una forma racional del buen uso, aún de aquello que, supuestamente, regalaban. Ejemplo: pase de viajes, atención sanitaria, posibilidad de capacitarse y hasta en todo tipo de “enganches”, luz, gas, agua, etc., etc.
Ahora bien, volviendo al criterio de guardar “algo”, ¿a quién se le va ocurrir hacerlo en una moneda inestable? Pero aquí el doble absurdo se da en que yo, aún “renunciando” a mi cafecito diario con lecturas de periódicos, no podría adquirir la suma aproximada de US$ 26 por mes. Consulta previa a la AFIP, me responden. Sus recursos no le dan margen para adquirir ni un solo dólar.
¡Aleluya! Encontré en vuestro propio decreto, la mejor respuesta para justificar mi insolvencia y dolor por no poder “renunciar” a subsidios y tantos superfluos bienes terrenales. ¡Sonrían!..., tal vez los filmen y recuerden!
Levis Bartolozzi
levisbart2010@hotmail.com
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