domingo, 25 de marzo de 2012

“Tiene 90 años y no puede esperar más ”

Cartas de lectores

Etiquetas

24/03/12 - 01:25 - Clarin

Probablemente, este no es el primer ni el último caso de avasallamiento de derechos fundamentales, como es el derecho a la Seguridad Social -de carácter alimentario, integral e irrenunciable; a la vida digna, a la salud, entre otros. En esta oportunidad, publicando los avatares a los que ha sido sometido mi esposo, con quien he compartido toda la vida, sé que levantamos la voz de muchas otras personas de edad avanzada, ciudadanos de bien que no son honrados como tales por el Estado.
Estamos en un país donde el Estado considera que quienes han tenido un trabajo digno, que les permitió realizar aportes importantísimos al sistema de seguridad social han sido “privilegiados” y que por ende, cual reino del revés son castigados por la ANSeS demorando el reconocimiento de sus reclamos por haberes mal pagados porque genera “demasiado gasto”.
Ante ese escenario en mi familia nos preguntamos, ¿es así como debe ser tratado un anciano de 90 años, quien hace 22 años viene reclamando por sus derechos y lo único que encuentra es un Estado indiferente que le da la espalda en su etapa final de vida cuando quizás más lo necesite? No puede esperar más. ¿Qué reconocimiento existe para un buen ciudadano, ingeniero agrónomo probo, con títulos de posgrado y honores, que ha contribuido con la educación, la ciencia y la investigación en el campo agrícola, habiendo sido no sólo empresario, sino también docente, decano de prestigiosas Universidades, formado éticamente y gran contribuyente con el desarrollo del país? ¿Cuáles son los incentivos para ser un buen o mal ciudadano, para cumplir o no con las leyes si al final de cuentas … haber hecho las cosas bien en lugar de revestir un premio, implica un castigo?
Su aporte al sector agropecuario fue de una enorme magnitud, no sólo como empresario, por su tarea docente y periodística. Su generosidad se vio reflejada en su monumental trabajo en la transferencia de tecnologías, como escritor de varios libros y artículos profesionales que le valieron el reconocimiento a nivel internacional. Fue presidente del Centro Argentino de Ingenieros Agrónomos por cuatro períodos consecutivos, tras lo cual se lo nombró Presidente Honorario del mismo.
Nada de todo esto impresiono ni parece importarle al Estado.
¿Cómo se explica que teniendo seis sentencias favorables y habiendo obtenido resolución favorable en el marco de la resolución de la Secretaría de Seguridad Social 56/97 mi marido, Darío Pedro Bignoli, aún no perciba la jubilación que le corresponde? No se trata de solicitar un trato privilegiado, se trata de ejercer nuestros derechos y de exigir como sociedad la reconstrucción de la confianza en el Estado como garante de nuestros derechos. Nuestro deseo es dejar de sentir esta sensación de ingratitud o desprecio de los beneficios entregados con nuestro trabajo de toda una vida.

Josefina Seward de Bignoli
DU 3.261.612

No hay comentarios: