sábado, 6 de septiembre de 2014

Reclamos de Jubilados

“Pido ayuda, no quiero quedar en la calle”

“Pido ayuda, no quiero quedar en la calle”

“Pido ayuda, no quiero quedar en la calle”

Quien escribe esta carta es una persona, creo ser una persona, que debe tener derechos, pero que a la vez parece no tenerlos. Hoy creo que ya soy menos persona a medida que corre el calendario … Me llamo Cristina, soy pensionada por discapacidad y percibo una pensión no contributiva de $ 1.800 mensuales.

No poseo ningún vínculo familiar y mi historia trágica comienza con un despido, allá por 2007, con la expiración de una licencia especial por enfermedad.

Por ese entonces mi padre, de 83 años, estaba enfermo de cáncer y yo lo cuidaba. Lo hice hasta el final de su vida. Quedé sola con mi madre y mientras estudiaba en la Universidad de Buenos Aires, mantenía el hogar. Al dejar de percibir un salario no se puede afrontar el pago del alquiler e indefectiblemente llega el desalojo. Un 30 de mayo del 2010, tres años después de fallecer mi padre, mi madre muere súbitamente a los 82 años. De ahí en más conocería la soledad, el abandono, el maltrato de quienes creía mi familia, el dolor de perder todo, absolutamente todo.

Fui rescatada en Torcuato por un cura, un diácono y los coordinadores de Cáritas que lograron sacarme de la situación de calle en la que estaba.

Cáritas me consiguió un departamento en la zona y hasta el 30 de setiembre de este año el alquiler está pagado. Debido al cambio de curia y su nueva forma de encarar los casos, yo el 1° de octubre tengo que afrontar de mi bolsillo un pago de $ 1.800 a lo que se le suman impuestos y servicios.

El 1° de octubre ya no podré afrontar el pago del alquiler y me quedaré en la calle. Perderé todo lo que logré reconstruir en tres años, porque había quedado sin nada, salvo una fotos y 10 cosas. Pido solidaridad porque el calendario corre rápido y el 1° de octubre debo tener en mano el dinero para el alquiler.

Ayúdenme, tengo 45 años, voy a cursar mi última materia para recibirme de socióloga, pero no puedo pagarme un hogar. Si quedo en la calle jamás podré recibirme.

Tengo una discapacidad mental del 76%, pero eso no me impide estudiar ni hacer trabajos administrativos, estoy medicada y con atención terapéutica.

Por favor, ayúdenme. No quiero volver a perder todo. He enviado notas y pedidos a Desarrollo Social de la Nación y de Tigre, a Massa, a Scioli y a Macri y otros lugares. No he recibido respuesta.

No quiero morir a esta edad.

Cristina Fregenal
cgfregenal@yahoo.com.ar

Voces, reclamos y espera de jubilados
Se podría pagar a los holdouts si se cobrara el IVA a la corrupción. Con un 21% de lo robado se pagaría la deuda externa y nos sobraría plata para solucionar el problema de los jubilados (míseros haberes y juicios sin cobrar), rearmar las Fuerzas Armadas, entrar a la carrera espacial, tener las mejores universidades del mundo y ser primera potencia mundial. Si se recuperara lo robado en estos diez años podríamos terminar con el hambre del mundo. Argentina, ¿país de buena gente o muy tolerante? Seamos Dios y la Patria a la vez. Y demandemos.

Mario Lenczner
jomalen@hotmail.com

Soy una jubilada de 67 años, viuda, con una discapacidad motora a causa de un asalto en la vía pública. Trabajé duro durante 46 años. Uno de los anhelos de mi vida es conocer el Reino Unido. He viajado varias veces, pero nunca pude hacerlo a ese destino por ser uno de los más costosos. Este año con una amiga, también viuda y jubilada, juntamos nuestros ahorros y con algo de ayuda de nuestros hijos decidimos hacer “el viaje”.

Por recomendación fuimos a una agencia, OAK Group, ubicada en Córdoba 612, de Capital. En abril de 2014 abonamos el total de nuestro viaje, $ 56.000 cada una. En mayo, cuando fuimos a retirar nuestros boletos y comprobantes de hoteles y excursiones, el responsable de la agencia nos dijo que no podremos viajar porque no realizó los pagos a la línea aérea ni a los operadores. En ese momento nos dimos cuenta de que estábamos viviendo la ”crónica de una estafa anunciada”.

Así quedamos: sin nuestro dinero, mi compañera con unas erosiones sangrantes en su estómago, internada en el Hospital Durand, yo con una profunda tristeza y amargada. Tenemos perfectamente en claro que, aunque acudamos a la Justicia, no hay nada que revierta la situación y sólo tenemos el humo que dejaron nuestros sueños.

Noemí Tchouhadjian
ngtspina@yahoo.com.ar

El Gobierno debe buscar una solución de mercado con la mayor brevedad, ya que explotó el máximo rédito político “Griesa o Cristina” y ya son demasiado notorios y evidentes los errores que cometió el Gobierno en las negociaciones. El país no está para discursos fuera de la realidad ni para amenazas desde un atril.

Basta recordar que la principal perjudicada por una situación catastrófica sería la ANSeS, tenedora de buena parte de los títulos argentinos y, además, poseedora de capital accionario de empresas locales, que cotizan en la Bolsa de Nueva York. Otra vez las víctimas son los jubilados, aunque la teoría Zaffaroni los coloca como culpables, si no como delincuentes.

Silvio Pizarro
silviopedropizarro@gmail.com

El 27 de julio solicité con urgencia la presencia del SAME ante un grave cuadro de disnea de mi esposa, procurando su internación inmediata en el Hospital General de Agudos Doctor Tornú, en el sector neumonología. Nos sorprendió la brillante atención que brindan a los enfermos en esa institución y que permitió una recuperación progresiva de mi esposa.

La atención que prestan profesionales médicos y los demás servicios administrativos merecen nuestro agradecimiento y muy especialmente los doctores Hernán Virgil, Germán Redolfi y José González.

Mi esposa, que ingresó al hospital muy angustiada, fue dada de alta el 8 de agosto. Ese momento fue maravilloso y con sus 90 años sintió que ese era el “comienzo de una nueva vida”.

Teresa Morales
DNI 0422.964 CAPITAL

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