jueves, 11 de septiembre de 2014

Un antecedente negativo para reclamos atrasados

Impacto del fallo en los juicios de los jubilados

El fallo de la Corte Suprema es un antecedente negativo para los jubilados. Es que en materia previsional las medidas cautelares buscaban remediar la demora de 7 o más años que dura un juicio de jubilaciones reclamando lo mismo que la propia Corte ya había resuelto en el caso Badaro.

A través de la cautelar se ordenaba a la ANSeS al pago de los haberes de los jubilados demandantes, reajustados de acuerdo a lo ordenado por la propia Corte Suprema (entre enero de 2002 y diciembre de 2006 un 88,57%, cuando el Gobierno solo los había aumentado entre un 10 y 21%). Mientras tanto el proceso judicial proseguía, con todo el costo para el jubilado de los años de demora, pero mitigado por el cobro del haber reajustado.

A partir de un caso — Alfredo Márquez, empresario de 86 años- que percibía una jubilación varias veces superior a la mínima y que por lo tanto la demora del juicio no afectaba el “carácter alimentario” de su ingreso, la Corte Suprema de un plumazo revocó 34 cautelares sin reparar en la situación concreta de cada jubilado.

Una parte de estos jubilados ya falleció, como Néstor Capa. Otra parte, obtuvo sentencia a favor y el haber fue reajustado en términos similares o superiores a la cautelar, con el cobro de la retroactividad. Y queda un resto que dejara de percibir el haber reajustado y ahora deberá esperar la sentencia definitiva, aunque guarde similitud con el caso Badaro.

El problema de fondo — los años que demora un juicio de jubilaciones- sigue pendiente, ahora más agravado.

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