Se calcula que el 70% de los jubilados cobran el haber mínimo de $ 1.272 pesos, por lo que el poder adquisitivo de ese sector de la población, de unos 5,6 millones de personas, es muy ajustado. Tal vez por eso, el negocio de prestarle plata a los jubilados es muy codiciado por todos los bancos y defendido con uñas y dientes por las mutuales y cooperativas . Se entiende: éstas son las únicas (junto a un pequeño grupo de bancos públicos) que pueden ofrecerle a la clase pasiva préstamos bajo la modalidad “código de descuento” , esto es, que se cobren la cuota del préstamo antes de que el jubilado reciba el dinero de la jubilación .
En los últimos días se conoció una noticia que impactó en este mercado: un fallo de la Sala IV de la Cámara de Apelaciones en lo contencioso administrativo federal dispuso que la ANSeS no puede fijar un tope máximo a la tasa de interés que se cobran por esos préstamos . La resolución impugnada (la 336/2009) disponía que la tasa de interés de los préstamos con código de descuento no podía exceder en 7 puntos porcentuales la tasa promedio de los préstamos personales.
Cuando se anunció esta medida, Diego Bossio, titular de la ANSeS aseguraba que mientras los bancos prestaban al 35% anual, las mutuales cobraban el doble, o más.
Las mutuales se presentaron a la Justicia argumentando que la ANSeS no tenía atribuciones para limitar el costo del dinero.
Y los jueces les acaban de dar la razón.
Con el fallo a su favor, algunas mutuales aumentaron las tasas.
Así lo reconoció Gabriel González Martos, titular de la mutual 13 de Mayo . “Para un préstamo de 1.000 pesos a pagar en 12 meses la cuota la subimos de 100 a 114 pesos ” señaló. Justificó el aumento en que las mutuales tienen un costo de fondeo superior al de los bancos, y que si no ajustaban las tasas la inflación les comía el capital de trabajo.
Néstor Zenclusen es el titular de la Confederación Argentina de Mutualidades (CAM), que impulsó el recurso de amparo aceptado por la Justicia. “No puede ser que regulen la tasa del último eslabón de la cadena” le dijo a Clarín , y se quejó de que la ANSeS no abra un canal de diálogo con las mutuales para establecer un mecanismo de préstamos consensuado, que deje conforme a todas las partes.
En verdad el negocio de las mutuales cierra cuando venden la cartera de créditos a un banco. Y en la práctica, los bancos no se quedan afuera de este negocio. Algunos de ellos se asociaron a mutuales, o directamente las armaron , para dar créditos con “código de descuento”. Así, el Macro manejaría la mutual Bilbao 1912; el Piano estaría asociado con La Cordialidad y Los Aromos, por ejemplo.
Pero detrás de todo esto hay una verdadera guerra de lobbys : por un lado, las mutuales y cooperativas que quieren mantener la “exclusividad” del código de descuento. Enfrente, los bancos, que no ven justificaciones para que se siga preservando ese “nicho”.
La ANSeS apeló, sin suerte aún, el fallo en contra. Pero en el mercado se habla de que el organismo previsional está cocinando a fuego lento una jugada de alto impacto, incluso electoral: Bossio estaría estudiando los mecanismos legales para que sea directamente la ANSeS la que ofrezca los créditos a los jubilados, fijando una tasa de referencia y evitando así la intermediación tanto de los bancos como de las mutuales.
Fuente
http://www.clarin.com/politica/Creditos-jubilados-impiden-ANSeS-maximas_0_447555311.html
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