12/03/11 - 00:54
Por Pedro Oleksikiw
Después de trabajar desde los 15 años, descansar solamente tres feriados al año, trabajar incluso Navidad y Año Nuevo, con sólo algunas esporádicas vacaciones de 3 o 4 días, me jubilé, pero al ser autónomo, o como se llama ahora monotributista, cobro la mínima.
Quisiera seguir trabajando, pero por un severo problema cardíaco no lo puedo hacer. Mi esposa, también monotributista, recibe la mínima igual que yo.
Debido a los escasos ingresos que tenemos ella ha caído en un estado depresivo, que algunos médicos califican como “enferma de pena”.
Cuando la Presidenta vetó la ley del 82% móvil, ¿tuvo algún asesor médico que le explicase los problemas de salud que su decisión provocaría en la población de la tercera edad?
Me he enterado que son numerosos los jubilados que, como mi esposa, están enfermos de pena. Espero que el plebiscito por el 82%, anunciado por la oposición, se realice este año.
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