La plata de los jubilados
"Hemos asumido la responsabilidad histórica de desactivar esta bomba de tiempo, y lo hacemos con orgullo y convicción. Estamos absolutamente convencidos de que la reforma estructural del sistema de previsión que hoy proponemos a esta cámara obedece a claros principios de nuestra doctrina y accionar políticos".
Así se expresaba Oscar Parrilli, miembro informante -y por lo tanto voz oficial- del bloque mayoritario justicialista-menemista de la Cámara de Diputados de la Nación, al fundamentar la creación del régimen de jubilación privada.
Hoy Parrilli ocupa la Secretaría General de la Presidencia de la Nación y a partir de su convicción justicialista-kirchnerista es hombre de confianza y continua consulta del matrimonio presidencial que repudió y abolió el régimen previsional antes mencionado y se incautó de los fondos que pertenecían a los afiliados y no a las Afjp.
¿Contradicción?
En apariencia sí, pero en el fondo continuidad de una línea reprobable.
La primer reforma, inspirada por Domingo Cavallo, tuvo como objeto insuflar fondos a la economía privada y a empresas afines; el dinero de los jubilados entró a la "timba" de la Bolsa.
La segunda, utilizar los fondos de la Ansés en materias totalmente ajenas al bienestar de los jubilados: financiamiento de compra de autos particulares y taxímetros cero kilómetro, computadoras y electrodomésticos en general, gastos de Aerolíneas Argentinas, Fútbol para Todos, salvar situaciones de déficit de cuentas del Estado, subsidios de todo tipo discrecionalmente distribuidos. Algunas de esas inversiones pueden justificarse, pero no a costa de la miseria de los jubilados.
Dice el oficialismo: "No podemos desfinanciar a la Ansés". Comencemos por destinar sus cuantiosos fondos al fin específico: cuidar a los viejos, que hace a la esencia de los países dignos.
Artemio Raúl Ferreyra
Fuente
http://www.lacapital.com.ar/ed_impresa/2010/7/edicion_624/contenidos/noticia_5331.html
1 comentario:
Buen comienzo
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