09/04/11 - Clarin
Señora Presidenta: mi padre es un hombre de 86 años que trabajó desde los 7, y hasta hace muy poco tiempo. El cumplió y cumple con todas sus obligaciones de ciudadano; no le debe nada al Estado; no así el Estado a él. Desde hace casi 10 años está luchando judicialmente por lo que le deberían abonar en sus haberes.
No es un subsidio, sino lo que él con su trabajo aportó y el Estado no se lo paga. Está claro que políticamente reditúa más invertir en obras en favor del fútbol, que pagar lo que se le debe a un simple jubilado de 86 años.
Presidenta: ¿usted no es hija acaso? ¿Y como tal, no quiere que su madre viva tranquila? A mí me pasa lo mismo. Apelo a su sensibilidad de hija.
Mónica Candio
monika_fc@live.com.ar
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