“Basta de apelar nuestras sentencias”
26/03/11 - Clarin
Había un país en el que era un privilegio vivir. Un país donde la honestidad era  un don y en el que los niños y los ancianos eran los privilegiados.
Un país  donde no existía la corruptela, donde se respetaban los derechos humanos, donde  la decencia era el don más preciado.
Un lugar en que los funcionarios  mostraban una foja de servicios inmaculada, donde las instituciones estaban al  servicio de la gente, donde la política no era una mala palabra y en el cual la  Justicia predominaba y los ciudadanos vivían protegidos por ella.
Tengo 80  años y la salud resquebrajada, un juicio por reajuste iniciado a la ANSeS hace 8  años (expediente N° 18.197/6) con sentencia favorable y que ahora está en la  Cámara de Apelaciones. No puedo hacerme un tratamiento porque no me lo pagan.  Moriré como tantos otros jubilados sin que me paguen lo que me  corresponde.
Basta de propaganda proselitista y de usar nuestros aportes  discrecionalmente, basta de apelar las sentencias, está en juego nuestra salud  no la del futbolero. 
¿Dónde ha quedado aquel hermoso país?
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