23/04/11 - Clarin
por Maria cristina Calbo
¿Qué hay que hacer para no morir antes de obtener una pensión? La frase parece dura, pero es una verdad absoluta. Desgastada por la espera de más de dos años, en los que caminé de un lugar a otro para obtener el papelito que falta. Que mudaron mi expediente de una UDAI a la otra. Que presente más testigos de mi convivencia. Que si estuviera acusada de algún delito grave. Que ... pregunté, me asesoré, me enojé y me enfermé. Alteré la economía de los hogares de mis hijos. Que primero me ilusioné y luego me deprimí. Ahora sí puedo decir: ¡me rindo!
Le otorgo al Estado, que dice proteger mis derechos, todo lo que corresponda por 42 años de aportes de alguien que fue además de mi compañero de vida un trabajador honesto, responsable, que jamás faltó a sus obligaciones y un verdadero ejemplo como docente y como ciudadano.
Que los vivos de siempre disfruten de lo que él, en su inocencia, pensó que sería para protección de ambos y que no logró ni para él ni para mí.
Lamento haber escuchado las voces de los empleados de la ANSeS diciendo que lo podía hacer todo sola, quizá si hubiese recurrido a algún abogado o gestor (¿perdón, eso no existe no?) otra sería la historia.
Pero decidí confiar, esperar, resistir y luchar, como tantos argentinos que aún confiamos en que es verdad que algo está cambiando. Yo no tuve suerte en ese sentido. Y hoy, cansada y un poco enferma, bajo los brazos. Yo sí les apruebo el trámite. Ah, y para quien desde el 28 de diciembre sigue verificando los aportes presentados, podría ofrecerme a ayudarlo. No creo que sea tan difícil, especialmente porque es en una repartición oficial y en una escuela todo está debidamente avalado. Gracias por escucharme, quizá nada cambie, pero es un alivio que alguien preste atención a los que gritamos sin ser oídos.
Le otorgo al Estado, que dice proteger mis derechos, todo lo que corresponda por 42 años de aportes de alguien que fue además de mi compañero de vida un trabajador honesto, responsable, que jamás faltó a sus obligaciones y un verdadero ejemplo como docente y como ciudadano.
Que los vivos de siempre disfruten de lo que él, en su inocencia, pensó que sería para protección de ambos y que no logró ni para él ni para mí.
Lamento haber escuchado las voces de los empleados de la ANSeS diciendo que lo podía hacer todo sola, quizá si hubiese recurrido a algún abogado o gestor (¿perdón, eso no existe no?) otra sería la historia.
Pero decidí confiar, esperar, resistir y luchar, como tantos argentinos que aún confiamos en que es verdad que algo está cambiando. Yo no tuve suerte en ese sentido. Y hoy, cansada y un poco enferma, bajo los brazos. Yo sí les apruebo el trámite. Ah, y para quien desde el 28 de diciembre sigue verificando los aportes presentados, podría ofrecerme a ayudarlo. No creo que sea tan difícil, especialmente porque es en una repartición oficial y en una escuela todo está debidamente avalado. Gracias por escucharme, quizá nada cambie, pero es un alivio que alguien preste atención a los que gritamos sin ser oídos.
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