Enrique Sánchez, nuestro padre, tenía 69 años de edad y una secuela de  poliomielitis que contrajo de niño. Había estudiado Ingeniería Electromecánica  en la UBA. Siempre inquieto, hizo todos los cursos de las áreas de su interés,  especialmente los referidos a la integración de los discapacitados. 
Múltiples fracturas lo pusieron en situación de silla de ruedas y a pesar de  sufrir obesidad mórbida pudo trascender y andar sin darse por vencido. Pero su  estado de salud empezó a deteriorarse y la inoperancia de PAMI y la desidia de  los responsables de todas las instituciones donde estuvo internado agravaron su  situación y lo llevaron a terminar sus días postrado en una cama del Hospital  Español.
El 28 de abril falleció, tal vez cansado de esperar una respuesta  que nadie nunca le pudo dar. Esperamos que esta situación no se repita, para que  lo urgente sea tratado con urgencia y no se diluya en medio de millones de  trámites burocráticos, para que las personas obesas no queden al margen de la  asistencia médica y las personas mayores tengan el trato digno que les  corresponde después de toda una vida de trabajo ofrecida para la construcción de  esta sociedad.
Juan, María y Mariana Sánchez
marulasofia@yahoo.com.ar
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