30/04/11 - Clarin
Por Oscar Valicenti
Como jubilado y a propósito del acto de ayer, que más que para conmemorar el Día del Trabajo el señor Moyano lo convirtió en una demostración de fuerza, deseo expresar mi opinión sobre el jefe de la CGT. Entiendo que es un sindicalista que ha conquistado para los trabajadores muchos logros, por lo tanto deben valorarlo.
¿Pero qué sucede con los trabajadores pasivos? ¿Por qué no hizo una demostración de fuerza cuando la Presidenta vetó el 82% del salario mínimo para las jubilaciones aprobado por el Congreso?
Deduzco, por lo tanto, que ni el Gobierno nacional, ni los poderosos sindicalistas tienen en cuenta a la gran mayoría de los jubilados, quienes –metafóricamente hablando– se convierten como en la legendaria cultura esquimal en viejos inútiles, casi sin dientes de tanto ablandar cueros, abandonados a la intemperie a merced de un triste destino.
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